lunes, 13 de mayo de 2013

Mandrágora Clock


   El pacto sellado

Hubo una vez que hubo un joven llamado Pastor que vivía a las afueras del pueblo .Su verdadero nombre era Gastón Feraldis ,el apodo  acompañaba a  toda la rama masculina de su familia a pesar de que siempre habían sido  pescadores pero suponen que el primero de la dinastía lo era (o por lo menos es lo que siempre se comenta),pero luego curiosamente lo cambiaron .
., Huérfano de madre se sentaba a esperar a su padre Zacarías que regresaba al anochecer, con la lumbre y el alimento listos. Sus  pisadas  fuertes y su silbido le daba marca a su presencia, al entrar su figura imponente y ruda se contraponían a la figura de el, pequeño y enjuto, sin mirar solo emitiendo monosílabos y algún otro improperio cansado de su suerte, y burlándose  con un latiguillo de “en pocos años serás el hazmerreír de todos, tonto JAJA”,….. El sentado, en una butaca rota, solo observaba el chisporroteo de las brazas.
-A dormir se ha dicho –dijo Zacarías, mientras una araña negra y grande corría a seguir el claro de luna que se filtraba entre los agujeros de las paredes. Un aullido feroz casi endemoniado, se oyó  remoto, como una advertencia de la naturaleza fue la respuesta, que helaba  la sangre, frente al espanto, el silbido del padre que solo retumbaba desde el fervor de su pipa
-Mañana acabaré con ellos murmuro…mañana-
Afuera  lo callado de sombras mas negras danzan. Al despuntar el día  vio que el padre ya no estaba, preparo el desayuno de leche con los restos de pan aun tibio dejado sobre la mesa .Comenzo su rutina, noto  la ausencia de leña, salio a buscarla
Pisadas y unas huellas con sangre ,le llamaron la atención ,pero continuo avanzando tras de si  sintió una presencia que lo intimidaba ,miro  pero solo era el choque de las ramas por la brisa fuerte ,el sol ya daba un golpe sobre su día interminable ,tras varias horas ,el cansancio comenzo a hacer estragos en su razón e hizo que tuviera que emprender el regreso ,la luz iba dando un marco hacia el misterio .Llego a la cabaña , tenía hambre y recordó que se guardaba  maíz y  trozos de carne seca para estas ocasiones, , el cansancio le cayo como una cortina larga y estrecha sobre sus pupilas, saco la marmita y se hecho al camastro y cerro sus ojos sintió que el peso del mundo lo derribaba ,un  sudor frío le corrió por el cuerpo ,junto a temblores que se acompañaron  de extrañas imágenes salidas desde la  esencia misma del mal. Un hedor fuerte y pestilente le despertó la asfixia, nacida del pecho .Una sombra se le atravesó sobre si, trato de levantarse pero una fuerza nacida vaya a saber de donde .le  impedío hacerlo. Ojos enormes aparecían entremezclados a los suyos de furia, una voz cavernosa le dijo –no lo esperes TU PADRE nunca volverá, ahora ya no esta en este mundo-
Trato de sacudirse pero un dolor le atravesó la carne hasta que su grito y se entremezclo con un aullido feroz luego ceso quedando todo a oscuras y en paz, .como si nada hubiera ocurrido, resonaban esas palabras que lo conmocionaban y que parecían sobrevolar por el aire ,”no lo esperes el ya no esta en este mundo ”uniendo la amenaza de su padre  a aquellos gritos de combate , las pesadillas le hicieron tener un atisbo de razón como si realmente despertara de un letargo en su conciencia.,Si , habia sido capturado por el  ,seres del infierno  , licántropos  ,claro ahora comprendía muchas cosas y recordó hablar entre dientes a su padre de la desaparición de su madre ,arrastrada  hacia el abismo sin que pudiera evitarlo  ,le habia quedado esa memoria dominada por el rencor , entonces levanto su camisa y miro su pecho ,vio esas marcas como si un pacto se hubiera cerrado ..
La idea salto de su mente” Mi padre  había tratado de evitarlo, por mi , pero Don Zacarías  por resentimiento , tal vez por mostrar su poder ,o porque en el fondo lo quería  un poco ,se harto y daría  por finiquitada la tradición ,de cada 3  º parte de la generación  debían unirse a  la jauría .por un mandato arcaico que venia desde las raíces de su familia .
.Pero en el fondo , sabía, que era en vano, los pactos de sangre nunca concluyen. 
Un alma habita en mí que grita su necesidad atávica de cazador, su sed insaciable de sangre.  Sin, que la culpa  atormente, entonces  echarse  a correr, hacia lo inevitable  “,
GLADYS CEPEDA



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