martes, 25 de marzo de 2014

Vadik Farias






Desdichada Súcubo >

 Tan brillante eres y como un centinela

 Mi alma proteges con tus manos para retenerla

 Y apartarla del dolor.

 Mi tenue luz eres que en la oscuridad me pierdo,

 Eres mi ángel que con mi demonio

 ha llegado a un acuerdo

Para apartarme de mi camino con rigor

. Eres como un animal salvaje

De blanca piel y negro pelaje

 Como la oscuridad.

Cambiante eres como la luna

 Y no se compara mujer algun

a Con tu belleza y frivolidad ¡

No! No me reproches tu demencia

 Eres tan bella como la decadencia

Que oscurece mi alma

 Pero también eres la cosa más horrenda,

 Nocturna como vampiro,

que por la oscura senda

Va hacia mi cama

Te amo como nunca amé a una mujer

 En el odio a veces he de querer

Tu detestable ego

, Lloras cuando no te presto atención,

 Creación de demonios

; gran ilusión,

 A tu belleza me apego

 Por las noches desnuda bailas

 Bajo el manto nocturno y canta

s Llamando mi nombre,

Estás tan loca que me seduces

 Y en mi desdichada alma

produces Salvajes sensaciones

desde las sombras;

 Un monumento a tu locura,

 una gran obra.

¿Es un oscuro amor este alquitrán

que consume mi alma como el castigo

 deja al reo Arrodillado y en penitencia?

¿O es el letargo de mi cuerpo,

O este delicioso pecado que provoca somnolencia

 Y te deja paralizada con vehemencia

Hasta que muera el tiempo?

Tranquila, sobria, tan callada y sin reproches

Así permaneces por lo menos (y a veces)

 Hasta la próxima noche.


Vadik Farias 



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