Soy el señor Parozetti soy critico en barios medios, hoy continuo en la silla de ruedas con un yeso, llevo muchos días echando asistentes hasta que me encontré con Pérez, de rostro huesudo, jorobado, al verlo me rei pero le di una oportunidad, él sonríe y me dice -se acuerda de mi apellido- - ¡No!, no te conozco- le di una lista de tareas, realmente supero mis expectativas, una noche escuche ruidos molestos - ¡Pérez!, rapido, valla revise que hay algo- a su regreso -no se preocupe- dice -eran unas ratas en el sótano- A la mañana mientra servía el desalluno, le dije -hoy hay mucho que hacer, rapido no pierdas el tiempo- a la noche, otra vez los ruidos, la pared mohosa como una muerte humeda, en el sótano gritaba Pérez, -¡no se preocupe! -de pronto sube empapado, -señor Parozetti se rompieron las tuberías- el serio me dijo – se acuerda de mí – le moví la cabeza negativamente – listo- de pronto sin decir nada mas me tiro a la silla, me llevo a la puerta del sotano – señor, se acuerda “Los lagartos del panteón”, era mío, gracias a su critica, perdi absolutamente todo dejándome en la calle- abre la puerta, en la oscuridad se veía un gran pantano con ojos rojos – ahora si señor critico, sabrá el final-
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