martes, 27 de mayo de 2014

Oscar Vicente Conde ©



                                              
FUNERAL
El cadáver al descubierto bajo el cielo amarillo
se levanta y deambula como un ciego en el parque
la humedad se pega en su huesos blancuzcos
y los gusanos lo abandonan sin piedad
algún murciélago se acerca
para devorarle los aún útiles ojos

la luz no llega porque es atardecer de otoño
detrás de las arbustos duermen los que no dicen palabras
mientras la procesión de los hombres nocturnos
llevan sobre sus hombros un féretro vacío
un féretro caoba y cubierto de telas negras

el muerto se refugia bajo la nubes que pasan cerca del piso
y hunde su piernas descompuestas en el río que se fuga
los animales del agua
ni peces ni víboras ni otras alimañas le muerden los dedos
un ángel negro observa sentado en la copa de un árbol sin hojas
mientras la luna asustada le ilumina la pálida frente

los hombres se alejan con pellejos en las manos
y un féretro vacío


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